martes, 23 de octubre de 2007

De felicidad y contradicciones...

¿Qué versos pueden salir de unos sentimientos felices? ¿De qué liberar mis ahogos, si no existe desahogo más profundo que el de vivir de la mano de una sonrisa? ¿Cuándo me convertí en alguien que sólo es capaz de escribir a oscuras? ¿De dónde saco yo ahora las palabras, si mi cabeza y mi corazón vuelven a ponerse de acuerdo al rededor de esta luz de brillantez cegadora? Y, ¿Por qué?...¿Por qué la facilidad se transforma en una cuesta que asusta, cuando se trata de escribir en color?

...Dicen que cuando una persona está muriendo, en otra parte del mundo otra nace...
Quizá estos versos nacen de la agonía de mis oscuros pensamientos. Quizá de la integridad de la que presumen de nuevo mis sentidos. Quizá son sonidos, que se transforman en letras...sonidos de pistoletazos de salida que abandonan el silencio...que resurgen de la más absoluta nada para recordarme que aún hay millones de metas por alcanzar...Quizá son caminos de zancadas infinitas...Quizá son el aviso que, hasta hace poco, permanecía olvidado en un post-it desteñido...Quizá sólo tenía que recordar dónde estaba, quizá era tan fácil como aprender a leer...
Quizá nacen de la reconciliación de mis razones...Y seguro que mis razones no me permiten perder...

Ni me amargan los lunes, ni descongelo temores...No me preocupa lo malo, ni lo bueno por conocer...
Ya no hago nada que no se me antoje, ya no persigo esas migas de pan...

...Me apasiona la idea de seguir viviendo, me entusiasma la fuerza que resulta del proceso de reciclaje de cada lágrima derramada...Ya no hay vertigo cuando me asomo por la ventana de este vigésimo piso al que hace poco me mudé...

...Mira si la vida es irónica, que hasta parece aburrida la felicidad...Que echo de menos las novelas épicas, que no contemplaban complejidad al redactar...Será que, a veces, al volver la vista atrás, el orgullo de haber comprendido lo que no quiero trae consigo un dibujo azul melancolía que, con aquella pluma de tinta inmadura, solía dibujar...

...Que soy compleja de nivel absurdo...como absurdo es, en este punto, pensar que era más entretenido tener tristezas que contar...

No sé qué ahogos liberar, si no existen. No sé cuando creí convertirme en alguien que sólo sabe escribir desgracias. Ni, de qué punto de mi concordancia interna, fabricar las palabras felices. No sé por qué me empeño en no darle la vuelta a la cuesta de la facilidad, para hacerla cuesta abajo, y que los colores derramen a sus anchas su tinta de optimismo y seguridad. Lo que si sé, es que los versos que salen de unos sentimientos felices son estos...estos que tecleo, estos que lees...los que mi corazón me dicta hoy, los que con la sonrisa que delata mi estado placentero, redacto entre cigarro y cigarro...mientras bebo un sorbo de café...mientras pienso que, por muchos años que pasen, las contradicciones seguirán siendo parte de mí...de mí que hago dificil lo fácil, de mí que me aburro cuando no tengo por qué llorar...de mí, que, aun sintiendome vibrar como hacía años que no vibraba, y aun sabiendo que mis ojos hoy dan luz con su brillar...no puedo dejar de pensar en que derribar los muros del camino de la vida, es mucho más apasionante que verlos escombrados al volver la vista atrás...

Qué bonito es aprender de lo que se vive, qué sensación más ilusionante el volver a la serenidad...qué sincero es el rostro excelso con el que afronto cada día...qué excitante es la incertidumbre que se siente cuando, al alzar la vista y recuperar el rumbo, te das cuenta de la cantidad de batallas, sonrisas, contradicciones y metas que quedan aún por superar...

...Dime si no es absurdo echar de menos la lucha en la guerra por ser feliz, ahora que la he ganado...dime si no sería infiel a mí, si no pensara lo que, en estos contradictorios versos felices, ha quedado plasmado... ;-)

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