viernes, 24 de octubre de 2008

Cuentos en la oscuridad

Al amparo de la luna, un papel, coñac y pluma
recuerdan a quien un día,
sin dejar notas de aviso,
con más prisa, que permiso
me dejó como la una.

En cada verso que hoy te brindo,
va inmerso el desequilibrio de una balanza olvidada.
Que cargaba con mil besos,
sin querer ni ver, por miedo,
que tus ganas no pesaban.

Fue una noche de algún mes,
Tú pasabas por allí.
A tu cuerpo me entregué,
es más fácil que te lleven
que moverte con los pies.

Me hice experta en exigir, olvidándome vivir.
Pretendiendo hacerlo todo a mi manera.
No me di oportunidad de asumir que, por amar, entendías esa forma tan austera.
Consecuencias de querer, aunque fuera alguna vez,
poder dormir sin llorar,
imaginando cuentos en la oscuridad.


No fue culpa de un tercero
ni segundo, ni primero
sólo fue la madrugada
que, de tanto querer querernos,
nos heló en el frío invierno
tras tantas malas jugadas.

Obligarnos a entendernos
fue más duro que el infierno.
No era el día ni el lugar.
Y por fin hoy lo comprendo,
No era amor, no era un 'te quiero',
No era fuego, no era paz.
Sólo fuimos dos heridos
Por la vida y por los vivos,
Buscando desesperados,
alguien con quien olvidar.

Fue una noche de algún mes,
Tú pasabas por allí.
A tu cuerpo me entregué,
es más fácil que te lleven
que moverte con los pies.

Fui experta en exigir, olvidándome vivir.
Pretendiendo hacerlo todo a mi manera.
No me di oportunidad de asumir que, por amar, entendías esa forma tan austera.
Consecuencias de querer, aunque fuera alguna vez,
poder dormir sin llorar,
imaginando cuentos en la oscuridad.





Historia de dos personas que confundieron amar con conformarse; querer con necesitar, y sentimiento con compañía. Ella tardó en darse cuenta de que, si sientes que agonizas, has de moverte con tus pies, aprender a andar de nuevo, y no entregar tu alma al primero que te haga caso, esperando que con él, desaparezca para siempre la lluvia.

Malos tiempos


"¿Dónde estas inspiración? Eras mi única esperanza...Ahora que te necesito y no te tengo, me marchito...esta ausencia me extrangula, me destroza, me devasta"

He perdido la cuenta de las historias que he inventado en estos días. Escritas con la única compañía de un cigarro y el frío de la noche, con la banda sonora del viento de la calle. Todas hablan de ti, de mí, de todos, de nadie.
Esperan impacientes a que alguien las conozca, mientras pasan el tiempo en decenas de folios esparcidos por mi cuarto.
Si no llegan hasta aquí será que, después de todo, no es la falta de inspiración lo que me preocupa. Intento asumir el verdadero problema, y, mientras lleno un poco más de humo mi pulmón, me pregunto una y otra vez desesperada:

...¿Dónde estás, autoestima?...



Quizá te fuiste con mi ilusión.



El problema no es que tema que no guste lo que escribo. El problema es que no me gusta a mí. Y estoy demasiado débil para soportar que lo primero también pase.


martes, 7 de octubre de 2008

Apuntes (VI)

"Y comprendí que volver no es sólo arrastrar tus huesos hasta aquel lugar al que perteneces, dejando atrás tu alma, atascada entre negros matorrales de ninguna parte.

Y aprendí que sonreir es efímero, y que, en un segundo cualquiera, tu vista deja de alcanzar todo ese horizonte en el que antes habitaba tu futuro.

Hoy encontré en una caja de objetos perdidos mi manual de instrucciones, lleno de polvo, maltratado por el tiempo; y, al abrirlo, me he dado cuenta de que está escrito en un idioma que no entiendo"