jueves, 21 de junio de 2007

Los cuentos...cuentos son

Erase una vez una princesita alegre, fuerte y luchadora, que vivía en un reino muy, muy lejano.
Vivía en el Castillo del malvado Rey, su padre, con la Reina tapada, su madre, y el Principe triste, su hermano. Pero ella era feliz consigo misma, encerrada entre las cuatro paredes de sus aposentos. Tenía el más preciado tesoro, aquel que su hada madrina le concedió al nacer...el don de la fuerza, del espíritu de lucha, el don de salir adelante, obviando las adversidades y saltando por encima de ellas.
Pero, el mismo día que su hada le hacía este preciado regalo, la malvada bruja del reino dejaba caer sobre la princesa una maldición: "el día que tu corazón deje de andar solo y fuerte, te convertirás en alguien debil y perderás el control de tu alma. Regalarás tu vida y sufrirás tu sola. Una venda en los ojos te impedirá amar con coherencia".

Y pasaron los años...

Un buen día apareció un apuesto caballero de ojos color cielo claro, y corazón de oro que enamoró a la princesa. Se sentía afortunada. Pero el don desapareció. Se cumplió la maldición de la malvada bruja.
La princesa se convirtió en un ser infeliz y debil, había regalado enteras su alma y su vida al apuesto caballero, y, aquella venda en los ojos que ahora llevaba le impedía ver las virtudes y cualidades de su pretendiente.

El caballero acabó cansado, pues su amor no tenía recompensa, acabó hastiado de tanta presión, pues la maldición de la princesa podía con todo. Y se marchó a su reino, cabalgando con su caballo, sin mirar atrás, pensando que aquello era lo mejor para los dos. Que su princesa valía más sola y fuerte, que triste y perdida por haber regalado su alma. Que su princesa había perdido su alegría, y la sonrisa que lo enamoró no la encontraba. Decidió partir, para que su princesa volviera a ser feliz.

Desde ese día, la princesa dormía entre lágrimas todas las noches, pensando en que jamás podría volver a vivir sin su apuesto caballero de ojos color cielo claro. Creía que había perdido toda su vida, que no sabría volver a soñar.
De una de sus miles de lágrimas derramadas, apareció su hada:
"Oh princesa...me duele tanto verte así...Tú siempre supiste luchar, tu siempre fuiste fuerte, siempre salías airosa de las situaciones adversas, siempre encandilabas a tu reino con tu espíritu positivo, tus ojos llenos de vida, y tu sonrisa permanente...Maldigo a la bruja que te hizo esto..."
Y la bruja apareció de entre las sombras:

"¿Es que no quereis daros cuenta? Toda persona es dueña y creadora de sus defectos y sus virtudes. Toda persona controla los tesoros y maldiciones. Tú, princesa, tú sola dejaste marchar tu alma, tú sola perdiste la sonrisa, y tú sola te impusiste aquella maldita venda, que no te dejó apreciar la belleza interior del apuesto caballero. Tú sola te dejaste perder"

-¡¡¡Márchate!!!- gritó llena de ira la princesa.
-No puedo marcharme...soy tú misma- replico la bruja.
-¿Qué estás diciendo?- preguntó la princesa triste, convertida ahora en un profundo océano de dudas.
-Intento decirte, querida princesa, que tú eres yo. Que el hada eres tú. Que sólo existimos en tu cabeza. Tú nos controlas. Estamos aquí porque tú nos has inventado. Estamos aquí porque tú quieres que estemos. Pero no existimos. Todo, mi querida princesa, lo has inventado tú.

La princesa dejó de llorar. Abrió los ojos. El día despertaba. Se vio sola. Ni el hada ni la bruja estaban con ella.

En ese momento comprendió que, ella había sido fuerte porque ella misma se había hecho fuerte, luchaba contra todo porque así había aprendido a vivir. Aquel don lo consiguió por sus propios medios. Y, aquella maldición, se la había creado ella sola. Cometió el error de regalar su alma. Tanto lo bueno como lo malo de su vida lo había sembrado y recogido ella sola.
Ahora veía todo claro...volvía a ser feliz. Pero...aún le faltaba el amor de su anhelado caballero de los ojos color cielo claro. Ahora que volvía a ser aquella princesa, orgullo de su reino, quería mostrarle al caballero todo lo que era. Y soñaba cada noche con que volviera...
Dicen que, todavía hoy, sigue soñando. Pero nunca pierde la sonrisa. Ahora tiene algo que antes no tenía. Se tenía a ella misma. Había recuperado su fortaleza y seguridad. Y luchaba por recuperar el amor de la única persona a la que había querido de verdad.

Quizá algún día coman perdices...






PD1: Cualquier parecido con la realidad es...precisamente eso, realidad ;-)
PD2: Hace mucho tiempo, alguien pidió a la princesa que escribira un cuento...El contacto se perdió con esa persona, pero, la princesa hoy se siente realizada por haber cumplido su promesa ;-)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un cuento muy bonito. Sigue escribiendo como lo haces. Saludos y besos. Amana.

Anónimo dijo...

Genial... Lo bueno del cuento es que la princesa se dió cuenta con su primer caballero...pues otras princesas comenten y vuelven a cometer el mismo error...no? Y...bueno, prefiero no escribir más. Muak =)

Xurryrisa dijo...

La Princesa está triste, qué tendrá la princesa, los suspiros escapan por su boca de fresa...

Un cuento precioso, pero como muy bien dices en el título 'los cuentos cuentos son' y se da la casualidad de que en todos es la princesa la que sufre durante todas las páginas hasta que llega el príncipe y la salva en un párrafo. Tal vez haya princesas que necesiten más de un párrafo para sufrir menos páginas no?

Anónimo dijo...

(8)....Y aunque te cuenten que me vieron
de princesa en algún cuento
no hace falta que te diga
que tan sólo cuentos son ...(8);p

Genial, como siempre ;)

Anónimo dijo...

hola princesa, en ese cuento yo debo ser la prima pesada que siempre te tiene en mente, porque para mi eres mucho mas que mi prima y tu lo sabes, y obviando los adjetivos del rey, le reina y el el hermano, debo decirte que hay mucho de cierto en este cuento pero como dijo la bruja todo esta en tu mente y si tu sigues pensando que solo hay un principe para ti, te perderas el hermoso mundo que te rodea, tal vez sea cierto, y el sea tu principe y tal vez tu principe no haya aparecido todavia, o quizas como te dije en una ocasion a lo mejor no existe una persina para toda la vida, si no para etapa de las muchas que tiene, vive cada una de ellas con tualegria y fortaleza, quedate con lo mejor de cada y nunca compares una con otra (las comparaciones siempre son odiosas), todas seran la mejor en algun aspecto. Vive tu juventud linda princesa y no te olvides que el mundo esta lleno de principes, princesas, hadas, brujas y plebeyos que te quieren por ser quien eres. No bueques la felicidad ella ya esta dentro de ti descubrela. Un beso gordo como yo (ya tienes beso para una larga temporada ;-) )