Tras unas cuantas copas, se abre una luz cegadora, y muere el silencio ensordecedor...
Gira una vida 180 grados, y vuelve un recuerdo que un día durmió...
Olvida el olvido que había que olvidarte, y aquí estás de nuevo, qué dulce temor...
No sé cuál es el fin, ni sé cuando hubo un principio...quizá ni siquiera hayan existido...
Sólo sé que estoy aquí...y no es casualidad...Sólo sé que tú estabas...y dudo mucho que me lo haya inventado...
Una mirada, unas risas, caricias, alcohol...
Un parque, un banco...Sin futuro, ni presente, ni pasado...simplemente...tú y yo.
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