Historia de Vida

Cuelgo otra de mis prácticas (la primera fue Retrato de Identidad) de Estructura Social de 2º de Periodismo. Sí, esa asignatura tan extraña, sin temario, que aprobé inventándome el examen. Esa asignatura en la que tenías que pedir explicitamente a la profesora que corrigiera las prácticas porque si no, no lo hacia "por falta de tiempo". Esa asignatura que provocaba overbooking en la cafeteria.

AAD: Historia de Vida


Esta soy yo hace 15 años. Observo la foto, mientras esos ojos inocentes parecen clavar su mirada en los míos, que son los mismos…algo menos inocentes hoy por hoy.
¿Qué ha cambiado? ¿Qué diferencia hay entre la niña de la foto y la niña (menos niña), que hoy escribe estas líneas?
Supongo que con el tiempo interiorizas valores que, con cinco años ni sabías que existían.
Hoy sé lo que es la justicia, porque la he añorado y ansiado a través de la injusticia. Conozco la intolerancia, la desigualdad, la violencia… He aprendido a ver, con el tiempo, los obstáculos que te va poniendo delante la vida.
Sé lo que es luchar por lo que quieres; la decepción de no conseguirlo, y la felicidad por lo contrario.
Hoy soy consciente de la diferencia entre Norte y Sur. Hoy ansío la paz, sueño con la libertad.
Hoy valoro lo que tengo, porque sé que podría llegar a perderlo.
Hoy miro de lejos las guerras, veo de cerca el terrorismo.
Hoy sé lo que es la envidia, la rabia, la soledad, la tristeza, la pobreza, las enfermedades…
Vuelvo a mirar la foto y, pensando, ansío volver a ser la niña inocente que desconocía todo esto...Pero, ¿qué cosas buenas me hubiera perdido si no hubiera vivido estos quince años?
No hubiera conocido el amor, la complicidad, la amistad, las locuras de adolescencia, las salidas nocturnas, los viajes, la sensación de estar creciendo, elegir una carrera, ver cumplidas metas y tener el privilegio de poder marcarme otras. En definitiva no hubiera tenido una vida. A veces es bonito soñar con volver a ser un niño pero, con el tiempo, aprendes que todo lo bueno y lo malo, tiene un principio, un fin, y un aprendizaje de por medio que merece la pena vivir. Hoy ya no soy esa niña inocente de mirada misteriosa. Hoy soy algo menos niña, y mis ojos han visto resueltas muchas de sus incógnitas. Pero queda tanto por vivir…