sábado, 17 de septiembre de 2011

El secreto del placer

Acostumbro a vivir batallas,
a beber de barra en barra,
a encontrarte sin querer.

A perder cuando me ganas,
a querer ganar sin ganas,
a volver a no volver.

Me reencuentro dos semanas,
me repierdo tres después,
a caballo entre burradas
y cien versos sin papel.

No esperaba que llamaras,
no te llamo ¿para qué?
No pretendas que la llama
siga quemando forzada
un centímetro de piel.

No repiso mis zancadas,
ni reviso mis traspiés,
ahora aquí, ¿dónde mañana?
si oyes ruido, allí estaré.

Ponme otra, que tú pagas,
es todo lo que has de hacer.
No me digas que te halaga
que, una vez, robé en tu cara,
el secreto del placer.



Para aquel que es capaz de inspirar en mí el peor de mis deseos y el mejor de mis amores.

1 comentario:

Xurryrisa dijo...

nunca es tarde para decir WOW!!