viernes, 31 de agosto de 2007

Moonlight

"Anoche me dijo la Luna que abriera mis ventanas y subiera a darle brillo a las estrellas...
-No puedo- respondí, absorta en un halo de confusión y pena.
La luna, sorprendida por mi respuesta, aparcó por un momentos sus atareados quehaceres y, clavando su mirada en mi rostro, me contestó:
-La escalera, amiga mía, la encontrarás ante ti cuando abras los ojos"



...Piensa en lo lejos que estaba la luna y lo imposible de llegar allí, y, ahora... ;-)

jueves, 30 de agosto de 2007

Hasta siempre, Puerta.


Poco o nada puedo añadir a todo lo que se ha dicho ya de Antonio Puerta;desde que, el maldito 28 de agosto, este Gladiador de Nervión pusiera punto y final a su lucha contra la muerte. Su constante lucha; su resistencia a pesar de los ataques; su casta y su coraje cuando levantó su cuerpo del cesped para salir andando del campo de batalla del Ramón Sánchez Pizjuán. Porque,como apunta Jesús Alvarado, Antonio se levantó. Le plantó cara a ese ataque que sufrió en el terreno de juego y anduvo. Anduvo por última vez hacia el túnel de vestuarios entre aplausos. Como se merecía. Como se merecerá siempre. Porque seguiremos aplaudiendo. Porque él recibirá el calor de todos los sevillistas desde el Tercer Anillo. Y porque, desde allí, él nos mandará también sus fuerzas para seguir adelante. Para ganar mañana; para seguir haciendo historia.

Atrás queda un impresionante jugador; un canterano que sentía sus colores. Un SEVILLISTA, con mayúsculas. Atrás quedan sus primeras patadas al balón en su barrio de Nervión; sus primeros partidos en el albero de la Asociación Deportiva; los entrenamientos en la carretera de Utrera, cuna de sevillistas; su debut contra el Málaga de la mano de Caparrós; sus goles; sus partidos amargos; sus colosales victorias; sus títulos; su vida. Aquel bendito Jueves de Feria, con ese gol que le ha hecho inmortal y que cambió la vida de todos los sevillistas. Atrás queda el dorsal 16. La prestigiosa zurda del 'niño' de Nervión, que vivirá para siempre en el recuerdo de todos.

Como decía, poco o nada puedo añadir a todo lo que se ha dicho de Puerta en los últimos días. Nada que añadir a todas esas muestras de cariño; en cada foro, en cada comentario, en cada web...

Pero tenía que abrir este post. Tenía que dejar mi pequeño homenaje a la zurda de diamantes de este gran Sevilla FC, que, desde hace ya bastantes meses, despertó en mí una ilusión y que, cada día, juega con mi alma a su antojo.
Por eso hoy tengo el alma rota. Por eso he llorado la muerte de Puerta, y por eso estará siempre en mi corazón. En el de todos los sevillistas. En el de todos los amantes del fútbol.

Ahora, hay que mirar hacia delante,compañeros. Hay que hacer uso de nuestra fuerza, nuestra garra, y salir a ganar, como sólo nosotros sabemos hacerlo.Por él. Por todos nosotros. Seguro, seguro, que desde el Tercer Anillo él nos estará guiando.
Ahora, más que nunca, Sevilla FC.

jueves, 23 de agosto de 2007

Escala de grises

Es probable que la escala de grises que colorea este cuadro abstracto, no conozca otro color, que no sea el más oscuro de los blancos. Es probable (muy probable) que ni siquiera sepa qué quiero escribir, ni por qué. Ni que hago aquí, ni cuando vine, y si alguna vez me he ido.
Que he sentido el impulso de sentarme frente a la pantalla, en el silencio de la noche, para matar el tiempo. Para que deje de abrumarme con sus oscuros gritos, que, segundo a segundo, hacen engordar a la tristeza que acompaña, cual siamesa, mis momentos. Es probable que el amanecer, que ya avisa de que llega, traiga consigo un sin fin de colores, una nueva escala con la que dibujar un día intenso. Esto, más que probable, es absolutamente incierto.
Puede ser que, en algún momento de este día ya muerto, en el más lúgubre callejón de cuantos recorren mi alma, me chocara con puertas hacia otros lugares más calidos, menos solitarios, más excelsos. Puede ser que yo misma las tenga cerradas,puede ser que me equivoque, puede ser que no haya alma, puede ser que sea un sueño,que no haya puertas, ni callejones...puede ser que nada sea cierto.
Quizá es el ánimo el que escribe, quizá no son mis dedos. Quizá esta madrugada helada de verano extraño es una de tantas noches al amparo de la luna, sin abrigo, ni ganas de dormir ni despertar. Quizá esta madrugada helada de verano extraño, sin sol, ni brisa, ni proyectos, ni sonrisas; sólo tenga el deber de anunciarme que, como cada día, despertaré pensando en que hoy es ayer, y que mañana...mañana será exactamente lo mismo.

jueves, 16 de agosto de 2007

Cositas que se viven

Dicen por ahí que la vida tiene alegres pasajes...Yo quizá, a veces, me empeño en no darme cuenta.Los tengo delante. Cada día. A cada hora. Pero cierro los ojos como si no quisera ver la luz, por si me ciega.
Pero, un buen amigo me ha dicho que existen. Que busque en mí porque lo que todo el mundo ve no es, a veces, lo más importante ...y me ha hecho, al menos por un día, darle la vuelta a la vida y verle la otra cara.
Me ha hecho ver que hay pequeños placeres, pequeños regalos, no visibles a todos, pero, con una fuerza tan increíblemente especial, que son capaces de hacernos felices en un sólo segundo. Me ha hecho mirar la vida con una sonrisa en la cara, buscar lo bueno, disfrutar de lo que me rodea, y sentirme viva con cada sonrisa, cada mirada, cada palabra, cada gesto de los personajes de este cuento que escribo día a día.
Y, por encima de todo, me ha hecho pensar. Y mucho.
No voy a pararme a analizar el porqué de mi negatividad, ni mi insistencia en ver las cosas de color negro (muy negro). Ni siquiera prometo un cambio de aires.
Simplemente, hoy quería dejar constancia en este lugar predilecto de mis desahogos, de que hay cositas que se viven que no se pueden, ni se deben, pasar por alto.

No olvidaré la cara de situación y extrañeza de Vane y Thao, mis compañeros de fatiga veraniegocarnavalera, er trío LaLaLá (mientras er Quinteto anda aparcado por Luna de miel), cuando les hice pararse en medio de la plataforma de obras del Mercado de Abastos de Cádiz para que nos hicieramos una foto.

-¿Aquí pa'qué?- decían.
-Hacedme caso,joe. Pararse, enga, saca la cámara niña.

Quería una foto de ese momento. Justo de ese momento. Para recordar siempre ese fragmento exacto del tiempo. Y es que, me sentía enormemente feliz. Me tomasteis por loca, pero algo en mí me dijo que ese era el momento.

Sensaciones; euforias momentaneas; risas en el parque; un café a media tarde donde siempre; mi placer predilecto de ir en el tren escuchando el iPod; una simple llamada; que alguien te traiga un recorte de prensa en el que" hablan de algo que un día te oí contar y pensé que te gustaría verlo" ; un "Mari, ¿Tú qué harías?"; un recuerdo; una canción en la radio en el momento oportuno, un comentario en el blog; que mi madre se pase toda una tarde viendo videos de Carnaval de Cádiz, sólo por entender mi pasión y participar de ella; un abrazo; un "vente, anda, que sin ti no es lo mismo"; mirar a las paredes de mi fortaleza y rememorar objeto por objeto, foto por foto, el momento exacto en el que entraron en mi vida, y sonreir, siempre sonreir; dignarme a aparecer por la Uni, y ver en las caras de algunos que se alegran de mi presencia; café de Sturbucks; banquitos de Plaza de Oriente; un pasodoble que llega después de la larga espera...una mirada de complicidad: "¡El tuyo niña!"; un cigarrito en la terraza; un montaíto en Las Columnas; un He visto la luna bien entonadito; una ventanita en el messenger; una dedicatoria en La Palma del Condado; una pechá de reir, de esas que no recuerdas ni el motivo por el que lloras de risa; un apoyo; una noche con mis amigos; un TF; un choquero; una tarde entre risas, guitarras y cantes; un "te echo de menos"; la sensación de sentirme viva, de comprobar que pase lo que pase, hay gente que aún sigue aquí, y me ayuda para que le vea a la vida una ilusión; la tremenda alegría de sentirme acompañada, cuando hay personas que ríen cuando río y lloran cuando yo lo hago; mirar atrás y ver veinte añitos ya vividos...mirar adelante y ver todo lo que aún queda por vivir; noches de ensayo; tardes familiares; locuras de adolescencia; pasear por calles llenas de vivencias; escuchar música en la cama; sentirme arropada con una mirada; sentirme segura conmigo misma; sentirme querida por mucha gente...cositas que se viven, que no se pueden, ni se deben pasar por alto, y que, además, jamás se olvidan. Placeres, momentos, regalos, que no son visibles para todos, pero que a mí me hacen tremendamente feliz.


Hoy pienso en estas cosas, y no pierdo el tiempo en lamentarme por lo que nunca tendré, o por lo que aún no tengo, simplemente disfruto cada segundo de lo que ya poseo. Quizá mañana las tornas giren de nuevo, no lo sé, nunca lo sé, giran sin aviso; pero, hoy sonrío con cada acción y soy feliz con cada recuerdo. Me siento viva, y, minuto a minuto, voy rodando escenas de esta gran película que, realmente, no ha hecho nada más que empezar. ¿Por qué perder el tiempo en hacer un drama?. Son aburridos...yo paso :-D


Perdona, Sumi, porque seguramente esta sea la entrada más personal de todas las que llevo escritas, pero las cositas que vivo, son mías, y sólo mías...y el blog también, así que no haré caso esta vez de tus críticas, malage, Ja,ja,ja. ¡Gracias! Y nunca olvidaré el transfondo de Qué más me da, una canción oportuna, en el momento oportuno..."Si verte en el silencio de tu ermita, es todo lo que mi alma necesita" (Empiezo a pensar que todo esto, ha sido nada más que para que promocionara el disco de tu coro...Ja,ja,ja)

Todo empezó en una conversación en el messenger...

Que quede constancia :-D

Y a vivir, que son dos días :-P A disfrutar de los placeres de la vida, los que cada uno tiene, los que cada uno construye; los momentos que hacen que todo merezca la pena.


PD: me pasé de 26 líneas...

miércoles, 15 de agosto de 2007

Soñando despierta

Ves cosas y dices,"¿Por qué?" Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, "¿Por qué no?"
George Bernard Shaw (1856-1950) Escritor irlandés

Y, ¿por qué no soñar? ¿por qué no vivir la vida de sueño en sueño? ¿Por qué no despertar cuando cierres los ojos cada noche? ¿Por qué no imaginar que las cosas cambian? ¿Por qué no mirar adelante y ver tu vida de otro color? ¿Qué hay de malo en jugar a ser feliz? ¿Qué hay de malo en apartarse de la realidad por un momento? ¿Por qué no inventar tus propios momentos, tus risas, tus ratos felices? ¿Por qué no imaginar que ese amor se vuelve correspondido? ¿Qué hay de malo en soñar, si además haces lo posible para que tus sueños se tornen reales?
Sueña despierta, vive soñando, imagina...y no olvides que nada es imposible. Pero no te quedes soñando. Lucha...¿Por qué no?

martes, 14 de agosto de 2007

Momentos (II)

Tras unas cuantas copas, se abre una luz cegadora, y muere el silencio ensordecedor...
Gira una vida 180 grados, y vuelve un recuerdo que un día durmió...
Olvida el olvido que había que olvidarte, y aquí estás de nuevo, qué dulce temor...
No sé cuál es el fin, ni sé cuando hubo un principio...quizá ni siquiera hayan existido...
Sólo sé que estoy aquí...y no es casualidad...Sólo sé que tú estabas...y dudo mucho que me lo haya inventado...

Una mirada, unas risas, caricias, alcohol...

Un parque, un banco...Sin futuro, ni presente, ni pasado...simplemente...tú y yo.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Una parte de mí

Hay una parte de mí que no me obedece

que me traiciona en cuanto le doy la espalda

y me pone una trampa apenas me descuido.

Me hace cruzar los semáforos en rojo,

estacionar donde no debo,

ir a contramano,

robar las manzanas del vecino,

tirar piedras a los faroles de las plazas,

- casi nunca acierto -,

fumar hasta mancharme la vida de nicotina,

hacer promesas que no cumplo,

llegar tarde a la dicha,

a la suerte, al trabajo, al amor.

Actúa por si sola y se complace a si misma.

Se ríe de la ley,

no respeta las normas

y boicotea mi vida diariamente.

No puedo controlarla, no sé que hacer con ella.

Aunque habite en mí nunca la he visto,

es una extraña inquilina que no puedo desalojar.

Se asoma cuando me equivoco,

se manifiesta en cada olvido,

aparece cuando no pienso,

cuando duermo, cuando sueño.

Es esa parte de mí

que me hace tropezar

dos veces con la misma piedra,

jugar con el fuego,

caminar al borde del precipicio,

que te desea a mi pesar

y no me deja decirte adiós

porque no puede vivir sin ti.

Es esa parte de mí

que pasa por tu casa, porque en el fondo sabe,

que hay una parte de ti

que siempre le abrirá la puerta.




GIAN FRANCO PAGLIARO

Historia sin final

Hace poco menos de un año, escribí esta desahogo de mi corazón en forma de metáfora, y, hoy, se me ha antojado colgarla aquí. Espero que os guste.

Me ha sorprendido la melancolía, entrando otra vez sin llamar. Recordándome, como cada día, que este camino no tiene final.
Estoy amueblando mi vida con muebles que nunca podré comprar, y sigo apostando por lo imposible, aunque el dolor es lo único que llego a ganar.

Sigo esperando ese tren que no llega, con el billete borrado de tanto llorar. La estación de la espera tiene un andén fantasma, del que por más que intento no puedo escapar. Los trenes que pasan me pitan y esperan, daría lo que fuera por poder viajar. Pero como imbecil me quedo sentada, no eres tú el que conduces, me vuelvo a esperar.

La esperanza murió hace ya mucho tiempo, pero aún me queda la ingenuidad que me ayuda a seguir construyendo este sueño, que por mucho que quiero no llego a alcanzar. Mi gran historia perdió su sentido, cuando supe que se había borrado el final. Ahora le busco uno alternativo, pero ¿qué sentido tiene si tú no estarás?

Entre rejas de angustia vivo atrapada, pero aunque lo intente no puedo escapar, me he puesto yo mis propias esposas...qué triste ironía, pero qué gran verdad. Cuando alguna vez he abierto los ojos, y en otros trenes me he dispuesto a explorar, te he visto tan lejos que rápidamente, sin importar que sufriera los he vuelto a cerrar.

Demasiado ha llovido desde que empezó el rodaje, de esta película muda y sin final, cómo quieres que algún día llegue a estrenarse, si el protagonista se larga para no volver más. A nadie le interesa ver a una niña, anclada sin rumbo, si no va a zarpar. Sólo se venden finales felices, qué pena que mi película sea la más triste realidad.

Perdí hace tiempo la razón y la firmeza, y aquello que nunca pensé que iba a olvidar, la filosofía que defiendo son palabras sin sentido, que solo consiguen convencer a los demás. Intento poner órden y, lo siento, me he perdido...ahora me toca volver a empezar. Repito cada hora esta absurda tarea, ni siquiera recuerdo lo que quiero ordenar. Atrás quedó la época en que yo era lo importante, ahora la importancia se ha encandilado de mi debilidad.

Mi cabeza se manifiesta, no le gusta la okupación, lleva aguantando años y años tu estancia sin permisión. Pero no se da cuenta de que quiere y no puede, que lo intenta sin ilusión, y es que no sé por qué razón extraña, hasta a mi mente has dejado en estado de demolición.
Para mi sorpresa aún está aquí la coherencia, que ejerce de jefe y me pide que despida al corazón. Y rendida ante la impotencia le digo que me costaría más cara la indemnización.


Recuerdo la vez que te vi parado en la vía, yo te pregunté si podía montar. Te lo pensaste durante unos segundos y me dijiste que sería mejor seguir tu camino en soledad. Ese absurdo miedo a descarrilar...

Si por casualidad te preguntas si todavía no he cesado de esperar, acercate y mírame a los ojos...te están gritando aunque nos los quieras escuchar. Y si algún día consigo darle a esta historia un final, habré coronado la cumbre que más he ansiado jamás. El fantasma de la esperanza me hace volver a soñar que la corono contigo...¿no ves que ni siquiera he aprendido a aceptar la realidad? Hace tiempo que cesé mis intentos de escalar, porque cada vez que he llegado arriba he vuelto a caer sin más, y ya no me quedan fuerzas para volverlo a intentar.


...Y así paso los días, desde que la vida, por simple capricho, nos quiso juntar, pero no de la forma que yo pretendía, y mi inconformismo me hace enfermar. Me paso las horas golpeando este suelo, ese que tu pisas y que yo ni llego a tocar. Si oyes un golpe soy yo desde abajo, intentando subir a acompañarte en tu caminar.




Aviso para navegante(s)...si haces memoria, recordarás que esto no va por ti. Por si acaso.

martes, 7 de agosto de 2007

Os lo debo

Por el simple hecho (no tan simple) de hacerme reir. Por vuestras palabras de aliento. De agradecimiento. Por el 2006. Por lo que vendrá. Por aquel mes de junio. Por aquel viaje. Por Vejer. Por la cena en el Faro. Por el "ojalá hubiera tantas pesás como ella". Por el "tú eres el encanto de mi chirigota". Por ser así. Por estar. Perdón por haber desaparecido un tiempo. Pero sabeis que nunca me fui. Me temo que María la pesá vuelve a la carga.

jueves, 2 de agosto de 2007

Heridas

Cuando pasa el tiempo y echas la vista atrás, reconoces una a una todas las heridas que has abierto y que han abierto en ti. Quizá algunas se curaron, pero la cicatriz siempre queda. Quizá otras aún siguen sangrando, pero intentas aparentar que ni duelen, ni tu mismo las notas. Otras nisiquiera se han producido, pero ahí está el dolor que te imaginas que sientes.
Algunas muy profundas, otras menos...pero heridas al fin y al cabo. Heridas que, por pequeñas que sean, ya sirven para que todo sea diferente.

A veces, se abre una herida tan grande, tan dolorosa, tan profunda y tan molesta, que no puedes pensar en otra cosa. Y empleas todo tu tiempo en intentar cerrarla. Y lo consigues. Día tras día te va doliendo menos...Hasta que un día te levantas y ya ha dejado de sangrar. Pero, esa herida que ya no sangra, sigue recordandote el dolor que pasaste en forma de cicatriz. Permanente. Para siempre. Las cicatrices no se borran.
Y ahí está, cual marca de herida de guerra, desafiante, refrescandote la memoria por si, de casualidad, te olvidaste de que existió.
Pero nunca se olvida, y ya nada vuelve a ser como antes.

Quizá es que nunca hubo un "como antes". O quizá yo no lo encuentro. Puede ser que perdiera la razón en alguna parte, hace tiempo.

Hay otras heridas que te empeñas en decir que no duelen, ni sangran, ni existen, pero que, después, cada noche, cuando nadie mira, te hacen retorcerte de rabia, dolor, e impotencia por no saber cerrarlas.

E, inexplicablemente, hay heridas que te empeñas en mantener abiertas, pues crees que mantener el dolor, la tensión y la pena, es la única forma de recuperar lo perdido. Qué tontería. Nada ni nadie merece que mantengas la herida abierta. Pero lo hacemos.

Heridas que abres, heridas que te abren, heridas que te dejas abrir, unas duelen más, otras menos, otras se curan en seguida, otras perduran un largo tiempo.
Y, otras, que creías cerradas, te sorprenden sangrando cuando menos te lo esperas.
El tiempo las cura, pero nadié habló del tiempo que pasa hasta que esto ocurre. Y nadie se dio cuenta de que la cicatriz nunca desaparece.NUNCA.