Hoy he encontrado mi adolescencia entre viejos recuerdos. Aquella en la que tanto te quise...Y miro atrás, y una sonrisa de ilusión se cuela en mi cara. Porque te tenía. No como me hubiera gustado, pero, ahí estabas.
Folios llenos de ti, de nuestras tonterías. Un cuaderno de bitácora escrito con ilusiones que el paso del tiempo las pintó de realidad. Locuras de niña, detalles de días, noches, copas, risas, cariño, cada minuto que pasamos juntos archivado por fechas. Tu nombre en los márgenes. Corazones pintados, sonrisas, guiños, tú, tú y otra vez tú...
Aquel 4 de junio, primer contacto de una pasión mutua que no tiene fin. Aquella inolvidable nochevieja; noches y noches donde siempre; comidas, cenas, bromas, mensajes...tú, tú, siempre tú.
Tú que eres capaz de pararlo todo con solo aparecer. Tú...porque sólo tú eres capaz de reaccionar como lo hiciste aquel erroneo día de abril. Porque me haces reir como nadie. Tú...que, haga frío o calor, nunca me faltas. Porque aquella noche de borrachera absurda salieron cosas a la luz que, lejos de convertirse en realidad, son el más dulce de los consuelos.
Tú que me hablas con silencios llenos de palabras calladas que sólo entiendo yo. Porque eres complicidad. Eres un abrazo, un consejo, un apoyo. Un te quiero. Una amistad especial que se viste de pasión cada día que pasamos juntos. Es tan bonito aquello que nunca tuvimos...
Hoy encontré entre viejos recuerdos mi adolescencia. Aquella en la que tanto te quise. Aquella que no se ha ido aún porque tanto te quiero. No como te quería, pero, un gran hueco en mi corazón lleva tu nombre. He releído ese cuaderno de bitacora de días pintados de ti, solo de ti, y he sonreido. Me he emocionado. Porque son muchos años ya. Porque miro adelante y te veo, te sigo viendo, siempre estás; no como me hubiera gustado pero, no creo que pueda pedir más.
Gracias ;-)
martes, 22 de abril de 2008
jueves, 10 de abril de 2008
Apuntes (I)
La felicidad es Nómada.
Pero, si sabes cómo, puedes hacer que se quede contigo. Al menos un tiempo. Va y viene.
...Debe ser que yo le he gustado :-P
¿Alguna vez soñé con que este año comenzara tan perfecto? No creo,porque, de ser así, no se habría cumplido.
Pero, si sabes cómo, puedes hacer que se quede contigo. Al menos un tiempo. Va y viene.
...Debe ser que yo le he gustado :-P
¿Alguna vez soñé con que este año comenzara tan perfecto? No creo,porque, de ser así, no se habría cumplido.
miércoles, 9 de abril de 2008
Pesadilla reminiscente
Pensaba. No paraba de pensar. En la soledad de su cuarto su conciencia drogada le repetía una y otra vez los mismos pensamientos:
"Porque no importa cuánto duela alguien. Porque cinco minutos buenos recompensarán 23 horas y 55 minutos de sufrimiento. Si te tengo de alguna manera, ¿qué coño importo yo?"
Se despertó sobresaltada. Los números rojos del reloj de la mesilla eran la única luz que alumbraba la habitación, amén de las ranuras de la persiana. Las cuatro en punto. Estaba sudando y respiraba jadeante. Había tenido una horrible pesadilla.
En ella se olvidaba de sí misma por amor. Pasaba sus días bajo el suelo, conformándose, sin hacer ningún intento de subir arriba. Creía sonreir al lado correcto de la vida, creía estar perfectamente; pero, se engañaba. Era capaz de recitar una por una las excusas que solía anteponer a la verdad. Y hasta se las creía. Sabía que aquello no estaba bien, pero, al cabo de un suspiro se olvidaba y volvía a ilusionarse incluso con lo más insignificante que recibía de aquella persona que le atrapaba. Lloraba, se deprimía, pero daba igual, siempre volvía a las andadas. No se daba cuenta de que, hacía ya mucho tiempo, se había perdido. Había desaparecido. Que los espejismos de felicidad no eran nada más que eso, espejismos.
Afortunadamente para ella esto sólo era un mal sueño. Se levantó de la cama; y, aún nerviosa por el susto, se dirigió a la cocina a por un poco de agua. Y vuelta a dormir. Placidamente.
Porque ella sabía que no era tan gilipollas como para dejar que esa pesadilla se volviera realidad otra vez. Porque ella sabía que nadie, absolutamente nadie, por muy idealizado que lo tengas, merecerá que sufras de esa absurda manera. Porque ella sabía que lo primero es pensar en uno mismo. Y vivir. Y lo sabía, porque aquella pesadilla que le había despertado en medio de la noche no era un mal sueño: era un recuerdo.
Un recuerdo de un error del que aprendió tanto que hasta se siente orgullosa. Un recuerdo del que no cambia ni un solo segundo; porque es un recuerdo que asusta, pero no duele. Porque cuando echa la vista atrás sonríe por haber sido capaz de salir de aquella cárcel. Porque dio un paso enorme que, lo mismo que liberaba, dolía. Dolía muchísimo. Sintió un dolor desgarrador contra el que tuvo que enfrentarse. Una guerra imposible de la que, tras muchas batallas, finalmente salió vencedora. Porque tenía la mejor de las armas: la voluntad. Porque sabía que lo único que necesitas para querer vencer es QUERER. Y si quieres lo haces; si quieres no te rindes; y si quieres vences. Ganas. Triunfas. VIVES. No es fácil, pero, es necesario.
"...Si crees que estás bien donde estás; si piensas que es hasta ahí donde puedes llegar; si crees que puedes permanecer ahí parado y piensas que bajo el suelo no estás perdido; entonces, ¿por qué el resto del mundo estamos aquí arriba?"
"Porque no importa cuánto duela alguien. Porque cinco minutos buenos recompensarán 23 horas y 55 minutos de sufrimiento. Si te tengo de alguna manera, ¿qué coño importo yo?"
Se despertó sobresaltada. Los números rojos del reloj de la mesilla eran la única luz que alumbraba la habitación, amén de las ranuras de la persiana. Las cuatro en punto. Estaba sudando y respiraba jadeante. Había tenido una horrible pesadilla.
En ella se olvidaba de sí misma por amor. Pasaba sus días bajo el suelo, conformándose, sin hacer ningún intento de subir arriba. Creía sonreir al lado correcto de la vida, creía estar perfectamente; pero, se engañaba. Era capaz de recitar una por una las excusas que solía anteponer a la verdad. Y hasta se las creía. Sabía que aquello no estaba bien, pero, al cabo de un suspiro se olvidaba y volvía a ilusionarse incluso con lo más insignificante que recibía de aquella persona que le atrapaba. Lloraba, se deprimía, pero daba igual, siempre volvía a las andadas. No se daba cuenta de que, hacía ya mucho tiempo, se había perdido. Había desaparecido. Que los espejismos de felicidad no eran nada más que eso, espejismos.
Afortunadamente para ella esto sólo era un mal sueño. Se levantó de la cama; y, aún nerviosa por el susto, se dirigió a la cocina a por un poco de agua. Y vuelta a dormir. Placidamente.
Porque ella sabía que no era tan gilipollas como para dejar que esa pesadilla se volviera realidad otra vez. Porque ella sabía que nadie, absolutamente nadie, por muy idealizado que lo tengas, merecerá que sufras de esa absurda manera. Porque ella sabía que lo primero es pensar en uno mismo. Y vivir. Y lo sabía, porque aquella pesadilla que le había despertado en medio de la noche no era un mal sueño: era un recuerdo.
Un recuerdo de un error del que aprendió tanto que hasta se siente orgullosa. Un recuerdo del que no cambia ni un solo segundo; porque es un recuerdo que asusta, pero no duele. Porque cuando echa la vista atrás sonríe por haber sido capaz de salir de aquella cárcel. Porque dio un paso enorme que, lo mismo que liberaba, dolía. Dolía muchísimo. Sintió un dolor desgarrador contra el que tuvo que enfrentarse. Una guerra imposible de la que, tras muchas batallas, finalmente salió vencedora. Porque tenía la mejor de las armas: la voluntad. Porque sabía que lo único que necesitas para querer vencer es QUERER. Y si quieres lo haces; si quieres no te rindes; y si quieres vences. Ganas. Triunfas. VIVES. No es fácil, pero, es necesario.
"...Si crees que estás bien donde estás; si piensas que es hasta ahí donde puedes llegar; si crees que puedes permanecer ahí parado y piensas que bajo el suelo no estás perdido; entonces, ¿por qué el resto del mundo estamos aquí arriba?"
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Voy a matar al primero que piense que esto es autobiográfico. Cualquier parecido con MI realidad es pura coincidencia ;-)
martes, 8 de abril de 2008
Noches
Noches como aquella. De risas, de alcohol, de locura. Noche de hablar con todo el mundo, suizas, almerienses, falsos guiris...¿qué más da?
Que después de aquella noche, podemos decir que entramos a una de las discotecas más famosas de Madrid, para entrar al baño y salirnos otra vez a la calle, porque somos así de chulos :P
Noche de sangría, mucha sangría. Amnesia. Chistes malos. Carcajadas. "¿Kikirisquehaga?". Fran y sus chonis. Noche de pedir tabaco a cualquiera que pasara por la calle. Repartidores de servilletas. Gente rara. Calvo estafador... Una noche madrileña perfecta.
Porque da igual los que vienen y van. Porque hay gente que es mucho y luego desaparece. Porque la vida corre. Porque el cajón de los recuerdos está lleno de muchos y buenos momentos con gente que tarde o temprano desaparece. Pero, lo mejor de todo, es que hay gente que lleva aquí muchos años, y no se va. Ellos no se van. Y yo me alegro.
¿Repetimos? :D
Que después de aquella noche, podemos decir que entramos a una de las discotecas más famosas de Madrid, para entrar al baño y salirnos otra vez a la calle, porque somos así de chulos :P
Noche de sangría, mucha sangría. Amnesia. Chistes malos. Carcajadas. "¿Kikirisquehaga?". Fran y sus chonis. Noche de pedir tabaco a cualquiera que pasara por la calle. Repartidores de servilletas. Gente rara. Calvo estafador... Una noche madrileña perfecta.
Porque da igual los que vienen y van. Porque hay gente que es mucho y luego desaparece. Porque la vida corre. Porque el cajón de los recuerdos está lleno de muchos y buenos momentos con gente que tarde o temprano desaparece. Pero, lo mejor de todo, es que hay gente que lleva aquí muchos años, y no se va. Ellos no se van. Y yo me alegro.
¿Repetimos? :D
martes, 1 de abril de 2008
T.P.S
Perdoname. Hace tanto que no te pienso...
Hace tanto que no te busco entre tus libros, que no navego en tus historias...
Tanto que casi ni recuerdo aquellas tardes llenas de ti, de tus anécdotas, de tu sabiduría.
Tardes de radio con tu voz, tu lucha; el maldito tabaco.
Porque por ti devoro cada palabra que sepa a Egipto.
Porque tus novelas me evaden del mundo. Me esbozan sonrisas.
Porque siempre viviré con la pena de nunca haberte conocido. Porque cuando te fuiste sentí un vacío en mi alma, que ningún escritor ha llenado. Porque eras especial. Porque siempre anhelaré una firma tuya en alguna de tus páginas. Porque te echo de menos sin haberte nunca echado de más.
Una nota en mi agenda me ha recordado que hace ya 5 años que nos dejaste... Y tu recuerdo lleva todo el día persiguiéndome , como haciendome culpable por recordarte precisamente hoy, sólo hoy... Como si sólo fueras una fecha...Como si no fueras aquel que me dio tanto sin cruzar una palabra...
Perdoname, Terenci...hacía tanto que no te pensaba...
Hace tanto que no te busco entre tus libros, que no navego en tus historias...
Tanto que casi ni recuerdo aquellas tardes llenas de ti, de tus anécdotas, de tu sabiduría.
Tardes de radio con tu voz, tu lucha; el maldito tabaco.
Porque por ti devoro cada palabra que sepa a Egipto.
Porque tus novelas me evaden del mundo. Me esbozan sonrisas.
Porque siempre viviré con la pena de nunca haberte conocido. Porque cuando te fuiste sentí un vacío en mi alma, que ningún escritor ha llenado. Porque eras especial. Porque siempre anhelaré una firma tuya en alguna de tus páginas. Porque te echo de menos sin haberte nunca echado de más.
Una nota en mi agenda me ha recordado que hace ya 5 años que nos dejaste... Y tu recuerdo lleva todo el día persiguiéndome , como haciendome culpable por recordarte precisamente hoy, sólo hoy... Como si sólo fueras una fecha...Como si no fueras aquel que me dio tanto sin cruzar una palabra...
Perdoname, Terenci...hacía tanto que no te pensaba...
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