jueves, 29 de septiembre de 2011
Una rama de árbol seco
miércoles, 21 de septiembre de 2011
En fa sostenido
Por callar, callaría las tardes, bailaría tus bailes, bebería tus miedos.
Por reír, lloraría en las calles, soñaría en estanques que naufraga un 'te quiero'
Por romper, rompería mil caras, cortaría tus alas, mentiría mintiendo.
Por llorar, reiría cantando, mataría soñando que mañana es infierno.
Al final de cada camino, en fa sostenido, se muere un detalle. Y al caer marchitada de hambre, una rosa se clava sus propias espinas...Sin saber, que los grandes excesos más por perros que viejos, nos quitan la vida.
sábado, 17 de septiembre de 2011
El secreto del placer
a beber de barra en barra,
a encontrarte sin querer.
A perder cuando me ganas,
a querer ganar sin ganas,
a volver a no volver.
Me reencuentro dos semanas,
me repierdo tres después,
a caballo entre burradas
y cien versos sin papel.
No esperaba que llamaras,
no te llamo ¿para qué?
No pretendas que la llama
siga quemando forzada
un centímetro de piel.
No repiso mis zancadas,
ni reviso mis traspiés,
ahora aquí, ¿dónde mañana?
si oyes ruido, allí estaré.
Ponme otra, que tú pagas,
es todo lo que has de hacer.
No me digas que te halaga
que, una vez, robé en tu cara,
el secreto del placer.
Para aquel que es capaz de inspirar en mí el peor de mis deseos y el mejor de mis amores.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Pongamos que hablo de nadie
lunes, 12 de septiembre de 2011
Todopoderoso
Pero, a veces, si tiene un buen día, regala paciencia, otorga constancia y, si aprovechas tan magna ofrenda, recuperarás todo aquello que un día te robó. Cuando menos te lo esperes.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Cuando la conciencia duerme
Mi única imagen certera es la de su mirada susurrándome. Mi único consuelo, la ventaja que ha querido concedernos el tiempo.
Se despidió sin apenas saludarme. Se esfumó sin que nada indicase que estuvo allí. El ruido del baile de las hojas, festejando con su vuelo la llegada del otoño, se acopló a mis oídos, cual banda sonora de escenas inolvidables. Y, mientras pensaba en todo lo que me dijiste sin hablar -quizá sin haber estado jamás frente a mí- supe que, otra vez, había bebido demasiado.
La marcha etílica de mis latidos sonaba a melódico rock. Mi cuerpo, alborotado, descontrolado, se había contagiado por el ambiente y se disponía a seguir el ritmo frenético de las hojas, que ya convertían la calzada en una alfombra de piel caduca, como una desgarradora metáfora de lo efímero.
Cuando creía haber encontrado la prueba de que no actuaba en el estúpido escenario de lo onírico, un chirriante sonido dejó helados a mis sentidos que, aterrorizados, decidieron marcharse a dormir para que yo pudiera despertar. Y, quizá, encontrarte entre realidades que, vistas desde aquí, no parecen tan inalcanzables.
martes, 6 de septiembre de 2011
Que es un desangrado son, corazón...
De nuevo ante mi el odio, viejo amigo que viene y va, dejando siempre cosas por hacer para volver cuando se le antoje;
Vuelve a pasar ante mí el problema, le saludo, un habitual de nuestra vida.
Despiertan en mí la valentía, los propósitos de mi infancia, el sueño de ser maga y tener una varita.
El "Quiero y no debo" contra el "Quiero y quizá pueda"
La pelea entre lo que callo y lo que digo, lo que debo callar y a veces callo, lo que debo callar y siempre digo.
El enfado de mi conciencia, el remordimiento de mi alma.
La envidia de otros momentos, la apariencia de que eran buenos.
La búsqueda de aquella capacidad de evadirme, que se fue con mi inocencia.
La tranquilidad y el optimismo han huído cansadas de tanta espera, hace tiempo vieron colgado el cartel de "No hay entradas"
Me encierro entre cuatro paredes, pienso en el mañana, pienso en que no haya mañana. Pienso en todos los hechos, te sigo esperando; enciendo un cigarro; de fondo una canción de Silvio...
Un corazón quiso saltar un pozo
confiado en la proeza de su sangre
y hoy se le escucha delirar de hambre
en el oscuro fondo de su gozo.
El corazón se ahogaba de ternura
de ganas de vivir multiplicado
y hoy es un corazón tan mutilado
que ha conseguido morir de
que ha conseguido morir de
que ha conseguido morir de cordura.
Que es un desangrado son, corazón
que es un desangrado son, corazón
que es un desangrado son, corazón
que es un desangra..., que es un desangra...
que es un desangrado son, corazón
oh son, corazón, oh son, corazón.
Corazón, corazón, corazón.
Hablo de un corazón que se defiende
de su vieja, usada maquinaria
hablo de un parto en una funeraria
hablo de un corazón que no comprende.
Hablo de un corazón tan estrujado
tan pequeñin, tan torpe, tan quien sabe
que en su torrente casi todo cabe
sea real o sea ima...
sea real o sea imaginado.
Que es un desangrado son, corazón
que es un desangrado son, corazón
que es un desangrado son, corazón
que es un desangra..., que es un desangra...
que es un desangrado son, corazón
oh son, corazón, oh son, corazón.
Corazón, corazón, corazón.
Al corazón le faltaba su oreja
y andaba distraído por la calle
estrangulando con pasión un talle
e incapaz de notar alguna queja.
El corazón de torpe primavera
hizo que le injertaran el oído
y tanta maldición oyó que ha ido
a que le den de nuevo su...
a que le den de nuevo su sordera.
Que es un desangrado son, corazón
que es un desangrado son, corazón
que es un desangrado son, corazón
que es un desangra..., que es un desangra...
que es un desangrado son, corazón
oh son, corazón, oh son, corazón.
Corazón, corazón, corazón.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Las al(m)as rotas
Es, quizá, el bastardo destino el que se ría al descubrir mis alas rotas, y se alimente de causalidades precocinadas mientras deshoja uno a uno mis marchitos despertares.
...Y se irá con mi futuro a donde mis pies no saben andar; dejándome en herencia, por si la esperanza le matara, un folio en blanco y una pluma para que vuelva a ser capaz de buscarme entre las letras y reconstruirme con palabras.
sábado, 3 de septiembre de 2011
Loca Cordura
Muestra aquello que la gente quiere que sea;
saca de su escondite lo que pretenden de mí;
expulsa al exterior la conducta que todos aprueban.
La aburrida sensatez que intento evitar.
El tesón necesario para permanecer
en lo que ellos dictan normal,
algo que todos acepten.
Pero, cada día, el binomio que define la fuerza de mis sentidos,
entra en escena en forma de remolino,
cual tornado que arrasa con todo lo que se le antoja.
Es entonces, cuando la cordura se hace virtud
y se presenta invencible.
Es entonces cuando la Loca Cordura actúa,
cuando mis pies golpean fuerte el suelo que piso,
sin apartar ni un segundo la mirada del cielo al que aspiro.
Cuando esa gran parte de mí,
que soy yo misma, que me mantiene,
invade todos mis sentidos.
Me guía por lo que sueño,
me impulsa hacia lo que quiero.
Es, entonces, cuando todos clavan la mirada en mi sonrisa
pensando que no valgo nada.
Y es que, lo que ellos ven en mí,
es simplemente locura.
jueves, 1 de septiembre de 2011
La guerra de cada día
Hay quien me confía un espacio para vomitar mis ganas de gritarle al mundo que existo. Para alinear mi pecho con quien se crea más alto, y enseñar mi cabeza por encima de la de los genios. Presentar mi candidatura al concurso de los principiantes, con el único argumento de morirme por tener algo que contar.
No es fácil sentir que cada día es el primero, pero siempre me pareció apasionante lo imposible, y emocionante lo complejo de alcanzar. Si mi inseguridad, esa que tan bien conoces, hablara te contaría con extremo detalle los días que he derramado mares hasta aprender a nadar.
Y hoy, años después de aquellos sueños, siento que aunque despierte estás conmigo. He conseguido alcanzarte, casi sin darme cuenta. Estás, y daría lo que fuera por no perderte. Porque, a pesar de las piedras que los que te poseen se empeñan en colocar en el camino, cuando sea que acaba el día la sonrisa es la mejor definición de mi rostro. Porque sé que, al levantarme, tendré una nueva oportunidad de demostrar que es muy fácil ser feliz cuando te dan la oportunidad de sentir el placer que te proporciona contar las cosas.
Reconstruyendo mi conciencia
Trataré de no volver a dejarme. Ahora, de nuevo unida conmigo, no puedo dejar de sentirme viva.
domingo, 21 de agosto de 2011
La única manera
Decidí llenar de humo mis pulmones y, a la luz del flexo, redactar línea por línea cada historia de escepticismo que nunca antes me creí.
Apagué en un parpadeo el ardor de mis suspiros y deshice las puntadas que sujetaban mis andrajos, hechos con hilos de vieja ambición.
Cuando asesiné a mi rabia con un golpe de voz desgarradora, me dispuse a destruir letra por letra los melosos versos que aquella noche cerrada te dediqué entre sonrisas, mientras tú jurabas fidelidad a un incierto amanecer que no terminaba de parir al sol.
Después de todo, sólo me queda esperar a que me mires de nuevo. Quizá ya ni eso me queda. Quizá no pretendo que me quede. O que te quedes, si es que alguna vez te fuiste.
Así que sí. Elegí la indiferencia. Me decanté por ella como la única salida de ese abismo, donde me faltaba el aire y la altura se me antojaba hazaña suicida. El único suelo contra el que estrellarme tras un salto necesario. La única manera que he encontrado para emprender el duro camino de intentar olvidarte.
lunes, 8 de agosto de 2011
Cualquier cosa, contigo.
Un pequeño cuento
domingo, 3 de julio de 2011
viernes, 17 de junio de 2011
Declaración
Sé que entré en el club de los errores. Sé que alimenté mi fama con deslices etílicos. Pero créeme cuando te juro que eres tú el que argumenta mis sueños. El que pinta de sonrisas mis lienzos y dibuja paisajes de ilusión.
El fantasma de la prepotencia, presente, inevitable, me obliga a ocultarme bajo la pesada fuerza de la vergüenza. Y me insta a silenciar mis gritos, cuando me muero por pregonar que te necesito. Y que todas estas palabras vacías se resumen en un simple 'tú'.
Hoy no es poético mi desvarío, ni cuidado mi lenguaje. Lanzo sólo un alarido desesperado, una llamada de atención...una simple propuesta de terremotos comunes, que remuevan nuestras conciencias. Sólo una llamada a la suerte que te convenza de que mi vida sin ti no es placentera desde que te conozco y que, aunque muchos te odien, has despertado en mí mariposas quinceañeras.
Perdóname por la burda expresión. Contigo no quiero excederme. Contigo lo quiero todo. Y lo quiero sencillo, lo quiero ahora. Te quiero a ti.
martes, 7 de junio de 2011
La enorme altura que nos separa
Y, al final, termino por mimetizar los llantos bajo la lluvia. Mientras intento no agachar demasiado la cabeza, aunque pese como si toda tu inmensidad saltara sobre mí. Demasiado para mi autoestima. Demasiado para mí. Así eres.
Y desde el vacío por el que caigo, sin alcanzar la mano que no me tiendes, un grito desgarrador sale de mi impotencia, ahogado como si el día no hubiera hecho más que empezar.
Tremendo dolor el que me provoca querer, de entre todo lo que se me ofrece, lo único que creo que nunca podré tener.
Y a cada segundo sonrío para suspirar de rabia poco tiempo después. Me elevas y me aplastas. Tan inevitable como mantener intacta una fachada que pide desesperada pintura de realidad. Tan amargo como una cama helada. Como un deseo imposible que ni siquiera me atrevo a perseguir.
Resignación con la que me niego a comprometerme, aun sabiendo que ya está el veredicto dictado. Inconformismo, esa lacra que me esclaviza con grilletes de ambición, aun sabiendo que todo sería más fácil si me reconciliara con los imposibles.
Y es que si no fueras tan oscuro, cerrado e inalcanzable, bucearía entre mis dudas buscando la forma de acercarme a tu mirada. En lugar de eso, recojo mis escombros esparcidos durante el día y recorro las vías mientras el cielo se empeña en dejar caer sobre mí una desgarradora metáfora que me recuerda que, incluso sabiendo que el sol puede acabar saliendo, no parece que las nubes vayan a reducir la enorme altura que nos separa.